De meditaciones hay tantas y tan diferentes como de deportes. Entre el ajedrez y el boxeo hay un abismo, bien pues entre varios tipos de meditación también hay verdaderos abismos.
Mucha gente usa la meditación para relajar la mente y el cuerpo, pero la meditación tiene una utilidad muy superior: conocerse a uno mismo/a profundamente, descubrir lo que los budistas llaman "naturaleza esencial de la mente" para poder actuar desde de ella.
En la "naturaleza esencial de la mente" no sólo encontramos la claridad mental y el amor compasivo hacia los otros (por cierto, un día quiero reflexionar en voz alta sobre lo que significa "amar" en el ámbito de los negocios), sino que también encontramos la energía que somos. De hecho, podemos contactar con la voluntad profunda de existir que se expresa de forma energética en nuestras vidas.
Por tanto, como mínimo podemos diferenciar tres tipos de meditaciones: intelectuales, emocionales y energéticas. Cada una de ellas tiene funciones diferentes y las tres son útiles en todos los ámbitos: laboral, personal, educativo ... sólo hay que saber cuándo necesitamos más una u otra. Es igual que con la comida: hay una dieta variada y equilibrada en función del estilo de vida que se quiera llevar.
Hoy me gustaría compartir una meditación energética bastante desconocida. Se trata de una meditación que dirigió Jordi Argüello, un compañero con el que hago conjuntamente un curso de autoconocimiento en Madrid .
Os animo a escucharla, descargarla y practicarla: ¡es excelente como meditación energética!
¡No dudéis en escribir comentarios después de practicarla!
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